Terapia Minfulness para el dolor crónico

Dentro de las terapias psicológicas para el manejo del dolor se encuentran las modalidades: Terapia operativa-conductual, en la cual se trata la conducta mal adaptativa, mientras que se refuerzan las conductas que manejen mejor el dolor, la Terapia cognitivo-conductual, en donde el dolor se aborda desde una perspectiva biopsicosocial y se tratan las respuestas conductuales y cognitivas hacia el dolor, involucrando educación acerca del dolor, de las conductas, sobre estrategias de relajación, de comunicación efectiva y la reestructuración cognitiva, la Terapia de aceptación-compromiso, se concentra en desarrollar la aceptación a los eventos mentales y al dolor y con esto también cesar las respuestas mal adaptativas a través de incrementar la aceptación de los pensamientos y emociones, además de reforzar la persecución de las metas personales, por último la Terapia de mindfulness, se concentra en promover una aproximación al dolor no sentenciosa, abarcando los aspectos físicos y psicológicos del dolor, a partir de enseñar mejores respuestas al dolor a través de meditaciones y el incremento de la conciencia sobre el propio cuerpo.

La práctica del mindfulness presupone dirigir la concentración hacia el mantenimiento de la atención en lugar de dirigir esta hacia un objeto en específico, además este segundo método hace énfasis en la observación imparcial de cada momento, permitiendo que el campo de atención se extienda, abarcando los eventos físicos y mentales. El énfasis en la observación imparcial se debe a que esta no es una tarea trivial, dado que las personas tienen una fuerte tendencia a distraerse y de manera inevitable preocuparse acerca del contenido de sus pensamientos y emociones, el resultado es una reducción de la atención y observación, con la práctica del mindfulness se logra que cada evento sea el objeto de observación y atención, además de que los pensamientos y emociones presentes son tratados sin la adjudicación de una valencia positiva o negativa, ni un grado de importancia, todos los pensamientos son tratados de la misma manera en la forma en que surgen sin enjuiciar, interpretar o categorizar, sin embargo lo anterior no significa una falta de empatía, interés, o distanciamiento patológico, más bien el objetivo es que con una observación parcial de los eventos no se produzca la preocupación, estrés o ansiedad que ocasiona la distorsión de los pensamientos

Las terapias de mindfulness buscan separar los aspectos sensoriales del dolor y los aspectos evaluativos y emocionales de este, además de promover la conciencia imparcial de las sensaciones físicas y psicológicas en el cuerpo, y dado que las señales de dolor son difíciles de extinguir, esta conciencia imparcial mejora las respuestas al dolor crónico. A través del mindfulness y la meditación, los pensamientos sobre el dolor pueden ser vistos como eventos naturales en lugar de que se relacionen con respuestas graves, de este modo los individuos pueden mejorar sus respuestas conductuales y cognitivas.

Imagen vía: Telegraph.com.uk

Kabat- Zinn. (1982). An outpatient program in behavioral medicine for chronic pain patients based on the practice of mindfulness meditation: Theoretical considerations and preliminary results. General Hospital Psychiatry, 4, 33-47

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